Una de las tareas fundamentales de primer grado, consiste en perfeccionar las relaciones espaciales del alumno. Ya que para un niño de seis años, el espacio existe no solo para su cuerpo, sino también en la relación de los objetos entre sí; aunque a decir verdad, el espacio es uno pero todavía no comprende el uso de una medida homogénea de espacio.
Por eso debemos comprobar si las relaciones de espacio están realmente bien desarrolladas, para su desempeño en estudios posteriores. Sobretodo todo en asignaturas donde los aprendizajes de este grado, deben ser adquiridos de una manera significativa que le permita al alumno adaptarlos a cualquier circunstancia.
Tal es el caso de las matemáticas, la cual es una ciencia en donde es necesario utilizar el raciocinio olvidando los mecanismos en su enseñanza, particularmente en el ámbito de la geometría, en donde con la ayuda de estas habilidades espaciales y actividades novedosas el niño construye su propio aprendizaje pues el conocimiento, la intuición y las relaciones geométricas resultan útiles en situaciones cotidianas y tiene conexión con otros contenidos matemáticos.
Se pretende que el profesor de primer grado no olvide desarrollar en sus alumnos las habilidades especiales, con la ayuda de material concreto en la enseñanza de la geometría, ya que su estudio ayuda al niño a representar y darle sentido al mundo. Con todo esto el alumno logrará descubrir relaciones y adquirir un sentido espacial al contar, dibujar, medir, visualizar, comparar, transformar y clasificar figuras geométricas.